Sobre la guerra

Sobre la guerra

      El único poder que, en nuestra sociedad, lucha realmente contra la guerra que amenaza a los pueblos, y los armamentos que arruinan a las naciones, es la democracia social, la Internacional proletaria [...].

      El punto de vista de los partidos socialistas, en este sentido, ha sido ya objeto de discusiones en los Congresos socialistas, y siempre en un espíritu de adhesión.

     El Congreso Internacional de Londres, celebrado en 1888, quiso ya instituir el arbitraje en lugar de la guerra.

     Las resoluciones de París, en 1889, de Bruselas, en 1891, y de Zurich, en 1893, no hablan, es cierto, del arbitraje, pero el último contiene este párrafo: "Los Partidos Socialistas han apoyado a todas las asociaciones que desean la paz".

     Sin embargo, en la resolución de París, en 1900, se ha protestado contra"Las Conferencias de la Paz como las celebradas en La Haya, que sólo son un engaño, como la reciente guerra del Transvaal ha probado2.

     Pero en Stuttgart, en 1907 el punto de vista fue precisado como sigue: "El Congreso esta convencido de que bajo la presión  del proletariado, la practica seria del arbitraje internacional sustituirá, para todos los litigios, a las lastimosas tentativas de los gobiernos burgueses y que así se podrá asegurar ha los pueblos el beneficio del desarme general, que permitirá aplicar a los progresos de lea civilización los inmensos recursos de energía y de dinero devorados por los armamentos y por las guerras".

     En la resolución de Copenhague, en 1910, se exige de las fracciones socialistas de los parlamentos: 

" a) Que reclamen sin cesar la solución obligatoria de todos los conflictos entre Estados por las vías internacionales del arbitraje.

 b) Que remuevan constantemente las proposiciones tendentes al desarme general, y, ante todo, las proposiciones para concluir convenciones limitando los armamentos marítimos [...]."

     Con satisfacción puede constatarse que en todos los Parlamentos los representantes de la democracia socialista, todo y muchas veces, han cumplido este mandato. También la idea de que es precio recurrir a la sentencia arbitral comienza a abrirse camino tanto en la opinión pública como en el seno de los gobiernos [...].

     La lucha contra la guerra, hecha especialmente y de una manera consecuente por el proletariado, tiene mucho de común con tantas otras actividades de este partido de salvaguarda no solo de sus propios intereses, sino también de los de la humanidad [...].

     Fundándose en todo esto [...] se propone al Congreso insertar la cláusula siguiente en una resolución sobre el imperialismo y el arbitraje:

"El Congreso encarga a los Partidos Socialistas de todos los países por intermedio de sus diputados en los Parlamentos y por una propaganda de toda clase y en colaboración, tanto como sea posible, con otros elementos que tiendan al mismo fin, de ejercer la presión más enérgica  sobre los gobiernos con el fin de llegar cuanto antes a someter a comisiones arbitrales todas las diferencias internacionales. Es de desear  que los Estados en la conclusión de tratados recíprocos arbitrales, se comprometan a someter  las diferencias a estas comisiones, según un procedimiento ha fijar de antemano. Es igualmente deseable que la composición  de las citadas comisiones sea fijada en estos tratados." 

 Amsterdam, Junio 1914.

                            (Informe preparado por W. H. Vliegen para el X Congreso                                                                           Socialista Internacional, a celebraren Viena en agosto de 1914. En G. HAUBPT, Le Congrès Manqué. L'Internacionale à la vellie de la Première Guerre Mondiale. Etude et Documents, París, F. Maspero, 1965.)